Lo de John Mellencamp y yo fue un arrebato de juventud, que con el tiempo ha acabado donde todo lo que deja de ponerte cachondo: en un rinconcito de la colección de discos que raramente revisas.
En su día, no obstante, tuvo su punto. De hecho, por razones que se me escapan, en el ambiente nocturno de Algorta hubo un tiempo en que, además de los consabidos hits de Kortatu, Hertzainak o Barricada, sonaban con mas repetición que King África varios temas del bueno de "Cougar" e incluso, inexplicablemente, el Runaway de Bon Jovi
Pero vayamos a lo que nos ocupa; nuestro amigo el Puma fue un tipo interesante, que a principios de los 80 supo reconvertirse de rockerillo-glam-de-pitiminí, a frontman de banda rumbosa y comprometida (ahí están, aun hoy, involucrados con el FarmAid para apoyar a los granjeros del mid-west). De ahí hasta el álbumWhenever we wanted de 1991 sacó media docena de discos que ademas de vender unos cuantos cientos de miles de copias, contenían algunos temillas interesantes, como este Hurts so good que hoy os traigo, pese a que el paso del tiempo no le ha hecho ningún favor. Los 80 son como Las Vegas, casi todo es cartón piedra y purpurina, ya sabéis; se resquebraja facilmente.
A este muchacho no se le recuerda nada relevante después de 1991, sin contar su intervención en el concierto homenaje a Bob Dylan de 1993, y esa peli que dirigió y protagonizó en 1992 que llevaba por título Falling from Grace, bodrio que tuve el dudoso honor de tragarme, y de la que lo único que recuerdo era a la bella Mariel Hemingway. Pero eso si, ha publicado como tropecientosmil discos olvidables mas y sigue girando por USA, donde naturalmente se ciñe a sus clásicos para no salir a escobazos del garito.
Aquí os dejo el tema, que tiene su gancho, en autentico playback bailongo, cortesía del programa Solid Gold en 1982. La letra, siguiendo el enlace.
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