En el año 1978 grababan su disco inaugural los Dire Straits, compuesto entonces por los hermanos Knopfler, John Illsley y Pick Withers. Aquel esfuerzo inicial, que solo después de ver la evolución de grupo hasta mediados de los 80, una elevacion de listón a lo Sergey Bubka en 5 etapas, puede parecernos "menor", contenía muchas cosas interesantes (y hasta cierto punto, contrarreformistas): un himno intemporal (Sultans of swing), uno de esos riffs que marcan una carrera (el de Setting me up), un líder virtuoso a la guitarra (¡qué finger picking, pardiez!) con alma de poeta, y un cierto tufillo a JJ Cale, que en el Londres de finales de los 70, con el punk, el reagge y el ska marcando tendencia suponía un manifiesto de irreductibilidad - como los Galos de Asterix, a su puto rollo.
Hoy os propongo el primer tema de aquel disco - y de todos sus conciertos de aquella época - Down to the waterline; Guitarras a medio tiempo, voz susurrante, algunos punteos que adelantaban futuras exuberancias y una historia de chicos sin blanca que se buscan en el puerto para darse un poco de calor. Purita constatación de un tiempo de crisis y decepciones, poco antes de la llegada de Mrs. Tatcher y sus mariachis neo-liberales. A alguno le sonará la película (sustituyase el bolso y la cara de vinagre por la barba y el puro).
En fin, os dejo dos documentos interesantes: Primero, la interpretación del tema en un concierto en Alemania, allá por 1979.
Y después, para los que tengáis tiempo e interés, un magnifico reportaje gabatxo de 1980 donde los Dire Straits comentan su vida, sus orígenes y proceso creativo, curiosamente poco antes de que David Knopfler y Withers abandonaran la banda, posiblemente asqueados con la matraca que les metía su incapaz representante de la época, al que también tenemos la impagable ocasión de calibrar en todo su despreciable comportamiento. Joyita que explica algunas cosas que pasarían después, como su disolución de facto tras grabar el Alchemy.
Y la letra, aquí mismito
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