Hoy os traigo uno de mis grandes ídolos, un auténtico maestro, mentor de los mejores guitarristas británicos de los 60, renovador del blues, eterno enfant-terrible, siempre ajeno a las corrientes y las modas, refractario a los pelotas y demás sanguijuelas del show business, y el mayor ejemplo de compromiso con ésta música y ésta forma de vida que puedo recordar (con permiso posiblemente de Elliott Murphy y BB King). El único e inimitable John Mayall.
Gracias al viejo John descubrí el blues, rastreando entre sus discos se me aparecieron montones de gente interesante (Peter Green, John McVie, Eric Clapton, Larry Taylor...) a partir de los cuales pude tejer la historia de un momento histórico en la música que se proyecta hasta nuestros días, escuchando esos vinilos hasta rayarlos aprendí a apreciar cosas como el jazz... y por el camino he ido cruzandome con él, en actuaciones casi siempre en salas pequeñas ante audiencias tirando a geriátricas (no vi a Justin Bieber por ahí), la última el año pasado en el teatro Campos de Bilbao.
Es imposible para mi recomendar solo uno de sus temas (ni de sus discos, aunque el que hoy por hoy mas escucho es el Jazz-blues fusion de 1971; corred a la tienda si aún no lo tenéis), pero afortunadamente Youtube no dispone de demasiada variedad de actuaciones en directo de Mayall, asi que me ha facilitado la elección. Sea: escojo Room to move, de su disco The turning point, de 1969, un disco por lo demas extrañísimo en su tiempo y en su trayectoria; prescindía casi por completo de batería y guitarra eléctrica. En fin, hay que estar a todo, pero la canción de verdad merece la pena. Aquí os la dejo por duplicado y en desorden
Primero, actuación de los 80. El bueno de John, un sesentón en plena forma.
Y aquí, a finales de los 60, esa época.
La letra, siguiendo el enlace.