Hoy traemos a escena al tercero de la "dinastía King" del blues (después de BB y Albert), el virtuoso tejano Freddie King. Un tipo curioso este Freddie, no solo por su forma de entender la vida y el negocio, sino principalmente por su insobornable compromiso con su arte. Nada de Marketing, ni asesores de imagen, ni estudios sociodemograficos. Pura cabezoneria y tenacidad.
Y eso que el bueno de Freddie empezó su carrera grabando temas instrumentales del tipo del Hide Away (que enventualmente se ha convertido en un standard que todo combo bluesero que se precie ha de saber tocar de carrerilla) que le abocaban a la irrelevancia. Ya entonces deslumbraba su estilo de tocar la guitarra, heredero del de Jimmy Rogers (del que algo hemos comentado por aquí), y reconocible a leguas de distancia: metálico, cortante y barroco, no hay guitarra de blues que empezará en esto después de los 70 que no haya sentido punzadas de envidia al escucharle.
Pero eso era despreciar unas dotes como vocalista que provocan vergüenza ajena. Con ese bozarrón de barítono (al que no se ha descubierto aun que haya fallado una nota o un tono) se podían lograr maravillas con solo darle el material adecuado. Se puso timidamente a ello, pero no consiguió dar con tecla, pese al creciente reconocimiento como músico de los bluesman blancos llegados de Gran Bretaña. Ya sabéis, aquello de "que bueno eres, titán; grabamos unos punteos en mi próximo disco"
En estas apareció el sagaz Leon Russell. En el sello de Russel, Shelter Records (creada en 1969, y que tuvo la habilidad de descubrir otros
insignes artistazos, algunos de los cuales aparecen frecuentemente por
estas paginas, como JJ Cale o Tom Petty & The heartbreakers), grabó en los antiguos estudios de Chess Records 3 álbumes
legendarios que son indiscutiblemente reconocidos como lo mejor que
jamas ha producido Freddie King: Getting ready (1971), Texas cannonball
(1972) y Woman across the river(1973). Poco despues se enfadó con
Russell (tienes la rara costumbre de conseguir este tipo de reacciones
entre tus protegidos, amigo Leon), pergeño otro disco menor en 1974 y
palmó en la carretera de una pancreatitis aguda a la edad de 42 años. Un
tipo como el, orondo y vividor, amigo de la juerga, el alcohol y las
mujeres, que además no perdonaba una actuación (el tío se subía a las
tablas 300 días al año de media), no podía esperar otro final.
Mas intérprete que creador, su arte consistía en versionar
con maestría canciones de otros bluesman (BB King principalmente) y refinarla noche tras noche en cada garito que le tocaba en suerte. La cancion que os propongo hoy,
Palace of the king, es buen ejemplo: Escrita por Leon Russell con
motivo de su primer disco juntos, está inspirada en las propias visicitudes de King. Comienza con un pesado riff, casi rock, que se va punteando por las agudas notas de Freddie, y concluye en un tremebundo
estribillo, casi gospel, que te impele a sacudir la cabeza y dar botes como un endemoniado.
Lamentablemente, no la he encontrado interpretada en directo, así que os la dejo en videomontaje tal y como la grabó en 1971. La letra, siguiendo el enlace.
A cambio, os traigo un par de regalos: Primero una interpretación muy
sui generis a cargo de una de las bandas españolas de rock mas
interesantes que conozco, The Right Ons (presentación, as always, a
cargo del Youngie)
Y para rematar el post, el gran Freddie King en concierto (en Estocolmo), poco antes de palmarla. Verle en acción, su magia a la guitarra, es toda una experiencia. Pues aquí tenéis mas de una hora de concierto. Para flipar.