Dentro del mundillo reggae hay 3 o 4 nombres que uno ha de pronunciar con la veneración que mostraban los aborígenes pakistaníes a Michael Caine y Sean Connery en la magnífica "El hombre que pudo reinar". Jimmy Cliff es, junto con Bob Marley o Peter Tosh, uno de ellos.
El tema que os propongo hoy es probablemente de los mas celebrados que ha sacado a la luz, y en realidad se creó como hilo conductor de la peli de culto "The harder they come" de 1972, que, cosas de la vida, protagonizó el propio Cliff. Y en una época especialmente bulliciosa en Jamaica, tanto en lo político como, a nuestros ojos de europeos panzones mucho mas relevantemente, en lo musical, el mensaje revolucionario que transmitía el film inspiró a mas de uno a echar mano a una guitarra y cantar por la justicia y la gracia divina de Jah.
Así que, sin mas rollo, aquí os la dejo en bruto, con imágenes de la peli. Como podréis observar, los efectos especiales son dignos del primer Roger Corman o incluso el mismísimo Ed Wood. La letra, que te pone como una moto, dio que hablar lo suyo; aquí a vuestra disposición.
Era 1969 y los Fleetwood Mac originales (Mick Fleetwood, John McVie, Peter Green...), después de sacar un par de discos de blues sin concesiones (entre ellos, el emblemático "bins and dust"), decidieron, contrariamente a lo que hacían sus coetáneos británicos (que favorecían traer a Europa leyendas del blues, en muchas ocasiones poniendoles a sueldo), acudir directamente al origen de todo y grabar una jam session interminable con varios de los bluesman a los que admiraban (Willie Dixon, Otis Spann, Buddy Guy...), y todo ello jugando en su terreno: los míticos estudios de Chess Records en Chicago.
Esas grabaciones son quizas el mejor legado que pudo dejarnos ese guitarrista de leyenda que fue Green, que tras pasar por los Bluesbreakers de John Mayall post-Eric Clapton, se dejó el pellejo y la salud en ese proyecto urdido alrededor de drumm&bass de Fleetwood y McVie (el famoso "Fleetwod-mac rithm"). Cuando por fin la esquizofrenia de Green (con toda seguridad estimulada por sus hábitos "ácidos") acabó con la poca cordura que le quedaba, los compadres que aún hoy siguen siendo Mick y John no encontraron otra cosa que hacer que tirar pa'lante (contratando y perdiendo a continuación toda un catálogo de guitarristas mas o menos dotados), pero no pudieron hacer olvidar a Peter Green hasta que en 1975 consiguieron atraer al bueno de Lindsay Buckingham (que como la guardia civil, exigió acomodar también a su chica, Stevie Nicks), creando un nuevo sonido que les haría eventualmente archifamosos. Pero esa es otra historia.
La de hoy es la de uno de esos temazos fuera de serie que grabaron en Chicago hace mas de 40 años, la mayor parte viejos standards, y acompañados de vejestorios legendarios en eso de los cuatro acordes. Pura crema. La que os propongo, Homework (Dave Clark, Al Perkins, Otis Rush) , se convirtió luego en un fijo en sus actuaciones de la época, pero practicamente la improvisaron a alimón con Spann, Guy y Walter Horton en esa sesión frenética. En ella destaca no obstante el talento de Green a la guitarra, con esas inyecciones de adrenalina que cruzan el tema y que son marca de la casa.
Aquí os la dejo, rescatada de un programa gabatxo de TV que es una delicia, sobre todo por ver a Fleetwood haciendo contorsionismo en esa batería de Feber que le habían endilgado. Disfrutar con el espectáculo que daba Green estaba asegurado en todas su actuaciones. Pena de enfermedad. La letra a continuación.